ENSEÑANZA SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS QUE SON FALSAS Y SU DEFENSA BÍBLICA : POLITEÍSMO

 

INTRODUCCIÓN

El politeísmo, como creencia en múltiples dioses, ha sido una parte completa de la historia de la humanidad. A lo largo de las civilizaciones y culturas, muchas religiones han adorado y respetado a varios dioses y diosas, cada uno con sus propias características y atributos. Aunque el monoteísmo, la creencia en un solo dios, se ha vuelto más sobresaliente en la actualidad, el politeísmo aún tiene un lugar importante en muchas culturas y comunidades alrededor del mundo. En este artículo, explorarémos la idea del politeísmo, sus orígenes históricos, sus prácticas y creencias, y examinaremos algunos ejemplos de religiones politeístas destacado, y la defensa que hace  la Biblia frente a esta creencia que es contraria a la fe cristiana.

Orígenes Históricos del Politeísmo

El politeísmo tiene raíces antiguas y se encuentra en muchas culturas de la antigüedad. Desde el antiguo Egipto, donde se adoraba a dioses como Ra, Osiris e Isis, hasta la antigua Grecia, donde Zeus, Poseidón y Afrodita eran adorados, el politeísmo se manifestaba en diversas formas. En la antigua India, el hinduismo es una religión que abarca una gran variedad de dioses y diosas, como Brahma, Vishnu y Shiva, que son adorados en diferentes formas y avatares. También en la antigua China, el taoísmo y el confucianismo tienen elementos de politeísmo en su cosmovisión.

Prácticas y Creencias del Politeísmo

En las religiones politeístas, los dioses y diosas son considerados seres poderosos y divinos que influyen en la vida cotidiana de las personas y en el mundo en general.

 Los creyentes politeístas a menudo realizan rituales y ceremonias para honrar y adorar a sus dioses, a través de ofrendas, plegarias y actos de devoción.

 Los dioses y diosas pueden tener diferentes atributos y dominios, como el sol, la luna, la fertilidad, la guerra, la sabiduría, entre otros, y los creyentes pueden buscar su favor o protección en situaciones específicas de la vida.

 Un ejemplo de esto se encuentra en el antiguo Egipto, donde los faraones y sacerdotes realizaban rituales en honor a los dioses del Nilo, como Hapi, para asegurar la inundación anual y la fertilidad de las tierras agrícolas. 

En la antigua Grecia, los juegos olímpicos eran celebrados en honor a los dioses, especialmente a Zeus, como una muestra de gratitud y respeto.

 En el hinduismo, los creyentes realizan ofrendas a diferentes dioses y diosas según sus necesidades y deseos, buscando su bendición y protección en diferentes aspectos de la vida, como la salud, el éxito en los negocios o el matrimonio.

Diversidad y Vinculación en el Politeísmo

Una característica interesante del politeísmo es su diversidad y adaptabilidad.

 En muchas religiones politeístas, los dioses y diosas pueden tener diferentes nombres, formas y atributos en diferentes culturas o regiones.

 Además, el politeísmo a menudo se mezcla con otras creencias y prácticas religiosas, dando lugar a formas de vinculación.

Un ejemplo de vinculación se encuentra en la religión afroamericana del vudú, que combina elementos del politeísmo africano con el cristianismo y otras creencias locales.

 En esta religión, los practicantes adoran a una amplia gama de  deidades, que son considerados intermediarios entre los humanos y los dioses supremos, y utilizan rituales, amuletos y hechizos para buscar su ayuda y protección en diversas situaciones.

 El politeísmo también puede manifestarse en la adoración de dioses y diosas asociados con la naturaleza y los elementos, como el sol, la luna, el agua o el fuego. 

Por ejemplo, en la religión tradicional japonesa del sintoísmo, se venera a una multitud de kami ( seres divinos de la naturaleza) o dioses de la naturaleza, considerados espíritus divinos que residen en los árboles, montañas, ríos y otros elementos naturales.

 Los creyentes realizan rituales de purificación, ofrendas y oraciones en los santuarios sintoístas para honrar a estos dioses y buscar su protección y bendición en la vida cotidiana.

CONCLUSIÓN

El politeísmo es un fenómeno religioso complejo y diverso que ha existido en diferentes culturas y períodos históricos.

 A través de la adoración de múltiples dioses y diosas, los creyentes en el politeísmo buscan una conexión con lo divino y buscan la protección, bendición y ayuda de estas deidades en diferentes aspectos de la vida.

 El politeísmo también puede manifestarse de diversas formas, adaptándose a la cultura y la región en la que se practica, y puede fusionarse con otras creencias y prácticas religiosas, dando lugar a formas de unión.

INTRODUCCIÓN

 Desde la perspectiva de la Biblia, se defiende y se enseña el monoteísmo como una doctrina fundamental en la fe cristiana.

 El monoteísmo se refiere a la creencia en un solo Dios supremo, en diferencia con el politeísmo, que enseña la existencia de múltiples dioses.

 Examinaremos las principales defensas bíblicas contra el politeísmo y cómo la Escritura afirma claramente la creencia en un solo Dios.

DIOS ES UNO

Versículo clave: Deuteronomio 6:4 (NVI) - "Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor uno es."

 La Escritura es clara en su proclamación de la unicidad de Dios.

 Este versículo del Antiguo Testamento, es un claro ejemplo de la enseñanza del monoteísmo en la Biblia. 

Afirma que solo hay un Dios verdadero , y que no hay otros dioses aparte de Él.

 Este principio se repite en toda la Escritura, estableciendo la creencia en un solo Dios como la base de la fe  cristiana.

 Ejemplo: El testimonio de Jesús sobre la unicidad de Dios Versículo: Marcos 12:29 (NVI) - "El primer mandamiento es: 'Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor uno es."

Jesús también afirmó la unicidad de Dios durante su ministerio terrenal.

 Él citó el versículo del Antiguo Testamento como el primer mandamiento y confirmó que solo hay un Dios verdadero.

 Esto respalda la enseñanza del monoteísmo en la Escritura y contesta a cualquier forma de creencia en múltiples dioses o deidades

DIOS CONDENA LA IDOLATRÍA

Versículo clave: Éxodo 20:4-5 (NVI) - "No te harás ninguna imagen tallada ni ninguna representación de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra, o en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás delante de ellas ni las adoraras, porque yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso."

 La idolatría, que es la adoración de imágenes o representaciones de dioses falsos, es condenada en la Escritura.

 Dios prohíbe hacer imágenes talladas o representaciones de cualquier cosa en el cielo, la tierra , y prohíbe la adoración de estas imágenes.

 Este mandamiento Bíblico establece claramente que solo el Dios verdadero merece adoración y que cualquier forma de idolatría es inaceptable.

 Ejemplo: El rechazo de la idolatría en el Nuevo Testamento

Versículo: 1 Corintios 10:14 (NVI) - "Así que, amados míos, huyan de la idolatría."

 El apóstol Pablo también condenó la idolatría en el Nuevo Testamento. En su carta a los Corintios, les exhortó a huir de la idolatría.

LA SUPERIORIDAD DE DIOS SOBRE DIOSES FALSOS

Versículo clave: Isaías 45:5-6 (NVI) - "Yo soy el Señor, y no hay ningún otro; aparte de mí no hay Dios. Yo te ceñiré, aunque no me hayas conocido, para que todos sepan, desde el oriente hasta el occidente, que no hay ningún otro fuera de mí. Yo soy el Señor, y no hay ningún otro."

 La Escritura declara claramente que no hay ningún otro Dios aparte del Señor.

Dios se presenta como el único Dios verdadero, y soberano sobre toda la creación. 

Todos los dioses falsos o deidades inventadas por el hombre son considerados falsos y no tienen comparación con el Dios verdadero de la Biblia.

 Ejemplo: El enfrentamiento de Dios con los dioses falsos en el Antiguo Testamento.

Versículo: 1 Reyes 18:21 (NVI) - "Entonces Elías se acercó a todo el pueblo y dijo: ¿Hasta cuándo van a seguir tambaleándose entre dos opiniones? Si el Señor es Dios, síganlo; pero si es Baal, síganlo. El pueblo no le respondió nada."

 El profeta Elías enfrentó a los israelitas que estaban adorando a Baal, un dios falso, y los desafió a elegir entre el verdadero Dios y los dioses falsos. 

LA CREACIÓN COMO EVIDENCIA DE UN SOLO DIOS

Versículo clave: Génesis 1:1 (NVI) - "En el principio creó Dios los cielos y la tierra."

 La creación del mundo y de todo lo que existe es presentada en la Biblia como obra de un solo Dios.

 El relato del Génesis establece que Dios es el creador de todo y que no hay otros dioses involucrados en el proceso de la creación.

 La existencia del mundo y de la naturaleza misma son evidencias de la obra de un solo Dios, en diferencia con las creencias politeístas que atribuyen la creación a múltiples dioses.

 Ejemplo: El testimonio de la creación en el Salmo 19

Versículo: Salmo 19:1 (NVI) - "Los cielos proclaman la gloria de Dios, el firmamento anuncia la obra de sus manos."

 El Salmo 19 es un hermoso testimonio poético de la creación como evidencia de la existencia de un solo Dios.

 El salmista proclama que los cielos y el firmamento anuncian la gloria de Dios como el creador de todo lo que existe. Este pasaje enfatiza la obra de un solo Dios en la creación.

LA REVELACIÓN DE DIOS A TRAVÉS DE JESUCRISTO COMO LA MANIFESTACIÓN DE LA UNICIDAD DE DIOS

Versículo clave: Juan 14:6 (NVI) - "Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí."

La revelación de Dios a través de Jesucristo en el Nuevo Testamento destaca la supremacía de Dios y su unicidad. 

Jesús, como el Hijo de Dios, declaró que él es el camino, la verdad y la vida, y que nadie puede llegar al Padre sino a través de él.

 Esta enseñanza destaca la centralidad de Jesucristo como la máxima manifestación de la unicidad de Dios y la única manera de acceder a Dios.

Ejemplo: La afirmación de Jesús sobre su identidad en Juan 10:30

Versículo: Juan 10:30 (NVI) - "Yo y el Padre somos uno."

 En Juan 10:30, Jesús afirmó que él y el Padre son uno, lo que implica una unidad y unicidad absoluta entre él y Dios.

 Esta afirmación de Jesús muestra su divinidad y la enseñanza de que Dios es uno en su esencia, sin ninguna división ni multiplicidad.

 Jesús revela a través de su enseñanza y su propia identidad la supremacía y unicidad de Dios.

CONCLUSIÓN

A lo largo de la Biblia, se presenta permanentemente la enseñanza de la unicidad de Dios, destacando su supremacía sobre cualquier otro dios falso o deidad inventada por el hombre.

 Desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento, la Escritura destaca que solo hay un Dios verdadero, creador del cielo y la tierra, y que se ha revelado a través de Jesucristo como la máxima manifestación de su unicidad.

 Los creyentes son llamados a apartarse de cualquier forma de idolatría y reconocer la supremacía y unicidad de Dios en su vida y adoración.